Riesgo cardiovascular en personas con Diabetes Mellitus
Según la Organización Panamericana de la Salud, se estima que 62 millones de personas en las Américas viven con Diabetes Mellitus (DM) tipo 2. Este número se ha triplicado en la Región desde 1980 y se prevé que para el 2040 esta cifra se incremente a 109 millones de personas. La prevalencia ha aumentado más rápido en los países de ingresos bajos que en los países de ingresos altos.
Ecuador es uno de los países de Latinoamérica con mayor prevalencia de la Diabetes Mellitus, con una tasa de mortalidad atribuida a esta enfermedad entre el 60 y 80%. La diabetes está presente desde temprana edad con un aumento en la edad adulta; tanto es así que a los 50 años una de cada 10 personas en el País ya tiene diabetes.
¿Cómo reducir el riesgo cardiovascular si tengo diabetes?
Las decisiones que se deben tomar para disminuir el riesgo cardiovascular en pacientes que presentan Diabetes Mellitus son:
Tener un enfoque médico multidisciplinar donde endocrinólogos, internistas, nutricionistas y cardiólogos trabajen en conjunto para dar un manejo integral a la enfermedad.
La evaluación de parámetros riesgo dietético es fundamental sin descuidar la revisión de la parte social y emocional del paciente.
Los adultos que tienen 40 años y están siendo evaluados para la prevención de enfermedad cardiovascular deben someterse a una estimación de riesgo cardiovascular (ASCVD) a 10 años y tener una conversación antes de la terapia farmacológica.
Se debe enfatizar en que una dieta saludable es decisiva como parte del tratamiento. Se debe aumentar la ingesta de vegetales, frutas, nueces, cereales integrales, vegetales o proteínas animales como pescado, y minimizar el consumo de grasas trans, carnes procesadas, carbohidratos refinados y bebidas azucaradas.
Los adultos deben realizar por lo menos 150 minutos de actividad física de moderada intensidad por semana o 75 minutos de actividad física de intensidad vigorosa por semana.
Para los adultos que han sido identificados con sobrepeso u obesidad se recomienda el asesoramiento y la restricción calórica para lograr un peso ideal.
Intervenciones no farmacológicas para todos los adultos con presión arterial elevada o hipertensión. Para aquellos que requieren tratamiento farmacológico, la presión arterial objetivo generalmente debe ser menor de 130/80 mm hg.
La reducción del colesterol es decisiva para disminuir el riesgo cardiovascular. Dependiendo de los niveles de colesterol, es aconsejable iniciar una terapia farmacológica con estatinas.
La American Heart Association también apela por un enfoque centrado en el paciente con Diabetes Mellitus (DM) Tipo 2. Se debe enfatizar en la interacción médico-paciente para que este se involucre en el proceso farmacológico, explicarle la importancia y el compromiso adquirido para disminuir la falta de adherencia al tratamiento.
Unos hábitos de vida saludables pueden reducir sustancialmente el riesgo de eventos cardiovasculares en pacientes con Diabetes Mellitus (DM) Tipo 2.
En el siguiente video se expondra la prevalencia de la diabetes en nuestra región y analizaremos un caso de estudio de un paciente de 48 años que acude a consulta para evaluar su riesgo cardiovascular.