Controle la diabetes para tener un corazón sano
La diabetes está en aumento en todo el mundo y muchas de las personas que la padecen tendrán también problemas cardiovasculares. Esta enfermedad se ha convertido en uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, duplicando las posibilidades de que una persona tenga una cardiopatía.
Como lo citan diversos estudios la diabetes tipo 2 es una enfermedad que requiere atención médica continua, con estrategias integrales y multifactoriales, para reducir el riesgo cardiovascular. Los pacientes con diabetes tipo 2 tienen riesgos de muerte y eventos cardiovasculares que son de dos a cuatro veces mayores que los riesgos de la población general.
¿Cómo evitar una enfermedad cardiovascular si se tiene diabetes?
Según investigaciones los predictores más fuertes con respecto al riesgo de infarto agudo de miocardio y accidente cerebrovascular son el nivel de hemoglobina glucosilada, la presión arterial sistólica, el nivel de colesterol LDL, la actividad física y el tabaquismo. Un control de los niveles de azúcar y de los factores de riesgo logran reducir accidentes cardíacos. Para conseguirlo se debe tener: adherencia al tratamiento farmacológico, alimentación saludable y actividad física frecuente.
La adherencia al tratamiento farmacológico es fundamental para el correcto control de la enfermedad. Los pacientes a menudo no toman los medicamentos según las indicaciones médicas, se considera que una persona tiene mala adherencia al tratamiento si toma las dosis de medicamentos de forma incorrecta, si no respeta los intervalos, si se olvida de la medicación o si la suspense cuando se siente bien. La adherencia es fundamental para poder tener control glicémico, las personas con buena adherencia presentan mejores cifras de HbA1c, disminución de hospitalizaciones, reducción de la mortalidad y menos riesgos asociados a la enfermedad.
Una alimentación saludable para personas que tienen diabetes tiene como objetivo mantener los niveles de de glucosa en la sangre controlados, tenga en cuenta que el consumo de carbohidratos pueden aumentar los niveles de glucosa, para ello elija carbohidratos ricos en fibra, como frutas, cereales integrales, la combinación con alimentos con fibra y proteínas ayuda a retardar la absorción de la glucosa.
Reducir la cantidad de las porciones de alimentos con carbohidratos de la comida también puede ayudar a mantener en equilibrio sus niveles de glucosa, para esto puede aplicar el metodo del plato que aconseja American Diabetes Association, este método divide el plato en tres secciones dos secciones que corresponden a un cuarto del plato y otra sección que corresponder a la mitad. La idea es llenar la mitad del plato con vegetal sin almidón, la cuarta parte con alimentos de proteínas magras y la parte restante con carbohidratos que pueden ser, cereales, verduras con almidón, frijoles, legumbre.
Según datos de la Fundación Española del Corazón, no basta solo con una alimentación adecuada. En la mayoría de los casos es necesario combinarla con actividad física, ya que, si la dieta reduce en un 40% el riesgo cardiovascular, la actividad física reduce otro 40% más este riesgo en pacientes diabéticos. Uno de los aspectos más preocupantes es que la diabetes al tratarse de una enfermedad que afecta a las arterias tiene varias comorbilidades asociadas causando daño en la retina, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y neuropatías. En el caso del corazón además del daño vascular también afecta directamente al músculo cardíaco produciendo insuficiencia cardíaca.
Es recomendable practicar como mínimo 30 minutos de ejercicio todos los días, si se tiene un trabajo donde se pasa una gran cantidad de tiempo sentado es recomendable tener pausas activas como mínimo cada 60 minutos. La actividad aeróbica es la más recomendable, caminar, bailar, montar en bicicleta o nadar, sin descuidar hacer ejercicios de fuerza por lo menos dos veces por semana, ya que estos también ayudan a controlar los niveles de glicemia, antes de empezar una rutina acuda a un especialista o realice una prueba de esfuerzo con un cardiólogo para no sobreesforzar su corazón.